Oh!ROSAteatro, origen de un dolor... Parte III
En un perfecto movimiento de costumbre burguesa argentina, se evade definitivamente aquello que dejaba rastros de ese verano insolente, aquella imagen grabada en la retina de todos al descubrir ese rosa chicle marcando la figura de nuestro compañero. También es cierto que con Oh!ROSA dejamos atrás otras experiencias fallidas, amores que mataban (te resucitaban y te volvían a matar), un viaje deshidratador al interior en febrero del 2006, dormir sin ventiladores, y ser testigos de una danza hindú patética, con el que una diva venida a menos intentaba entretener a un grupo de borrachos y pendencieros... Ese mismo verano, otro de los integrantes fue detenido por la policía en una disco bailable de otra localidad del interior. Gritaba desesperadamente un nombre (como Stanley gritara "Stella!!!" en Un tranvía lamado deseo). La borrachera lo llevo a confesar su amor imposible por Chatrán, un gato que a más de uno hizo llorar por sus aventuras, y que él no soportaba imaginar ronroneandole a otra persona.
Parte del grupo Oh!ROSA
buscando su destino en tierras lejanas...
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